WhatsApp sigue siendo gratuito. ¿Por qué?

Publicado el 04/02/2013 por Daniel Grifol

WhatsApp ha tenido que dar marcha atras. Después de anunciar que en febrero de 2013 los usuarios de su aplicación tendríamos que hacer un pequeño desembolso para poder seguir usándola, hace un par de días nos llegó un mensaje avisándonos a todos que el servicio gratuito se prolongaba hasta 2014. Pero, ¿por qué este giro en su estrategia de ingresos? Esta es mi interpretación de los hechos.

WhatsApp es la clásica startup de éxito en el mundo de las nuevas tecnologías. Nació en Silycon Valley y su objetivo de ingresos era como el de otras tantas startups: “Lancemos la aplicación gratuita, intentemos que tenga un gran éxito y vendamos la empresa por unos cuantos millones de dólares”. En su momento no parecía un mal plan, sobre todo teniendo en cuenta negocios similares que habían seguido una senda parecida ese mismo año.

Llegaron las vacas gordas. WhatsApp, si no fue el primero, si fue el servicio de mensajería instantánea que más éxito tuvo de su generación. Millones de usuarios en todo el mundo utilizan sus servicios. En teoría, la aplicación es gratuita durante un año (bueno, en IOS 0,99$ porque las políticas de Apple no permitían apps gratuitas), pero con cada nueva actualización que se envía el contador empieza de nuevo a 0. Ningún usuario ha pagado jamás por WhatsApp, aunque el plan original parece que era que pasara a ser de pago más o menos a finales de 2011.

Llegó la hora de la ejecución del plan. WhatsApp llamó la atención de varios inversores, principalmente del grupo de inversión Sequoia Capital, que decidieron meter algo así como 8 millones de dólares en la empresa a ver que pasaba.

Todo iba más o menos según lo planeado a mediados de 2012. WhatsApp era líder indiscutible de su sector, no tenía competidores a la vista y había recibido importantes inyecciones de capital que hacían que la startup tuviera una situación económica envidiable.

Pero, probablemente, llegaron los señores inversores e hicieron la pregunta lógica en este caso. Caballeros, tenemos millones de usuarios en una aplicación sin competidores y vuestros bolsillos están llenos. ¿como llenamos ahora los nuestros?

Así, WhatsApp decidió anunciar que pasaría a ser de pago en febrero de 2013. Pero ya era demasiado tarde. En 2011 nadie podría haberle hecho sombra porque su tecnología estaba a años luz de sus competidores, pero en 2013 ya existen en el mercado numerosas aplicaciones que funcionan exactamente igual y no son de pago. Los usuarios empezaron a instalarse otros programas que emulaban a WhatsApp haciendo ver que, si finalmente dejaba de ser gratuito, simplemente se mudarían a otro servicio.

En definitiva, han cometido un error que se conoce como “overextension”, dilatar demasiado el periodo en el que ofrecían sus servicios gratuitamente.

Por eso WhatsApp ha tenido que recular y anunciar que el servicio será gratuito hasta el año 2014. En mi opinión ha sido un movimiento inteligente. Con esto mantienen la fidelización de la mayoría de usuarios, demasiado perezosos para mudar todos sus contactos de una aplicación a otra si no hay ahorro de dinero de por medio, ganando algo de tiempo para poder obtener ingresos por otra vía, probablemente de la publicidad en la propia aplicación o de acuerdos estratégicos con otras entidades tipo Facebook o Twitter.

Veremos como reacciona su mercado a lo largo de 2013, pero dudo mucho que termine el año sin que asistamos a algún cambio sustancial en la política de ingresos de WhatsApp.

 

Imagen: Whatsapp.com