La usabilidad es la gran olvidada cuando la mayoría de la gente concibe una web. Si, lo digo con cierto regustillo amargo porque es cierto. Los profesionales de internet pasamos mucho tiempo librando batallas en pro de la usabilidad.

La usabilidad es el aspecto del diseño de una web que se fija en la experiencia de usuario. En definitiva, es lo que hace que un usuario consiga lo que necesita de una web con la mayor facilidad posible.

Una buena usabilidad no depende únicamente del aspecto gráfico. Depende de un gran número de factores que van desde utilizar el lenguaje apropiado, pasando por la colocación de elementos dentro del diseño de la página, el uso inteligente y conciso de los menús de navegación hasta cosas mucho más complejas como el análisis de comportamiento de los usuarios mediante mapas de calor o la creación de grafos de navegación.

Los conceptos básicos de esta disciplina son fáciles de interiorizar y muy evidentes una vez has oído hablar de ellos. Sin embargo, es una ciencia profunda y compleja que cuenta con profesionales dedicados única y exclusivamente a analizar y mejorar la usabilidad de sitios web.

Es interesante tener sólidas nociones de usabilidad porque se trata de una asignatura fuertemente tangencial a todas las áreas del mundo relacionado con las páginas web. Podríamos decir sin temor a equivocarnos que es el centro de todas las ciencias relacionadas con el mundo de internet.

Un diseñador necesita realizar un diseño usable para el usuario. Un programador necesita crear código que facilite la navegación dentro de la página. Un SEO necesita de webs usables para mejorar los porcentajes de rebote. Un consultor SEM necesita saber de usabilidad para conceptualizar buenos aterrizajes. Un redactor necesita saber cómo facilitar la lectura de los contenidos al usuario...

Al ser la usabilidad el principal factor que define la experiencia del usuario (que no el único, aunque hay mucho que hablar al respecto), constituye uno de los puntos más críticos a la hora de lograr que una web tenga éxito. Lógicamente, cuanto más difícil le resulte a alguien que visite una web utilizarla, menos posibilidades hay de que interactúe con la misma y muy probablemente no volverá jamás.

Mi consejo es que antes de llevar tráfico a una web, revises su usabilidad para evitar tirar el dinero.

Y si es la primera vez que oyes hablar de esto de la usabilidad, es hora de ponerse las pilas. Para mí sería asignatura troncal en una hipotética carrera de marketing online.