Publicado el 15/03/2013 por Jesús Colmenar
En este nuevo post quería hablaros acerca de un tema controvertido dentro del ámbito publicitario. Se trata del trasfondo que han tenido ciertas campañas, las cuales han acabado siendo tachadas como publicidad polémica y transgresora, e incluso como responsables de atentar a valores éticos y morales.
En los últimos años, muchas han sido las campañas publicitarias objeto de crítica por parte de los medios y de la opinión pública. Anuncios que según se ha afirmado, han causado importantes efectos negativos en el público, y como consecuencia, muchos de ellos han tenido que retirarse. Creo que las campañas más controvertidas han sido las difundidas por la firma Benetton en los noventa y encabezadas por el fotógrafo italiano Oliviero Toscani. Y también muchas de las difundidas por la firma Dolce&Gabbana.
De forma clara y concisa, pongo de manifiesto mi visión respecto a este tipo de publicidad, comúnmente llamada como “publicidad polémica”. Desde mi punto de vista, el público consumidor que es receptor de estas campañas, en su gran mayoría, no creo que considere que esta publicidad sea dañina, que atente a valores éticos y morales, o que pretenda provocar efectos negativos en ellos mismos. Claro está que se trata de publicidad transgresora, que hay una intención de provocación por parte de la marca, y que el concepto a comunicar incita a la polémica. Pero al final, creo que lo que estas firmas siempre han pretendido ha sido el dar que hablar, el dejarse notar frente a un gran mercado competitivo, y el generar una importante expectación. Y de hecho lo han conseguido. Al fin y al cabo, estos son los puntos básicos que cualquier anunciante desea fomentar cuando se plantea el lanzar una campaña publicitaria. Y por supuesto, que todo ello se traduzca en beneficios. Pues personalmente creo que estas dos firmas lo supieron hacer muy bien.
Y dicho esto, y puesto que he elegido este tema para este nuevo post, me gustaría hacer mención al libro Investigación de Mercados aplicada a la Publicidad: Estudios de caso para la investigación paso a paso, del que un servidor es coautor, y donde este tema en concreto forma parte de uno de sus capítulos. Concretamente se trata de un estudio de investigación de mercados sobre la aceptación de la publicidad realizada por estas dos firmas. Un estudio en el que a través de una investigación concluyente y la utilización de técnicas cualitativas y cuantitativas, se corrobora una hipótesis inicial planteada, y es que la publicidad transgresora de estas dos marcas no es objeto de rechazo por parte del target juvenil. Las conclusiones de esta investigación fueron que este público objetivo consideraba que las campañas de Benetton y Dolce&Gabbana tenían como finalidad el pretender hacerse notar, y el generar controversia sin ninguna intención dañina de por medio. Y que gran parte de la culpa de que estas campañas hayan sido tachadas como perjudiciales y como responsables de atentar a valores éticos y morales, la han tenido los medios de comunicación, y no el público objetivo propiamente dicho.
Desde este post por tanto rompo una flecha en favor de este tipo de campañas. Considero que estas firmas han sido muy valientes a la hora de realizar este tipo de publicidad, y hayan sido abucheadas o no, creo que al final han conseguido lo que querían: notoriedad, controversia, y dar que hablar de cara a la opinión pública. Aspectos fundamentales de la publicidad en su concepto más amplio.
Puesto que solo os he hablado de las marcas de Benetton y Dolce&Gabbana, existen otras muchas marcas que se han atrevido a realizar campañas que se han salido de lo común, y que también han sido objeto de críticas. En el siguiente enlace perteneciente al portal Marketing Directo se muestran algunos otros ejemplos.
26 anuncios provocadores que sembraron la polémica en su día
Nos vemos pronto. ¡Saludos!
Jesús