Publicado el 29/05/2013 por Adrián Ager
Qué gracia me hizo leer todas esas noticias que hablaban de que se estaba empezando a cobrar por entrar y probar algo en una tienda a raíz del auge del showrooming. Para los que aún no hayan oído hablar de este concepto podríamos definirlo como esa práctica propia de smartshoppers que entran en la tienda, echan un vistazo, consultan con el experto y luego lo compran online por un precio menor.
Para evitar esto, las compañías están empezando a cobrar por cosas como probarse una prenda o entrar en la web online. A mi modo de ver, estas tácticas que están implantando solo van a generar una conversión aún más rápida de los clientes al mundo online. A fin de cuentas estamos poniendo una barrera para que entren a comprar hasta a aquellos que realmente pensaban comprar. Les estamos empujando.
Supongo que en España tardaremos en ver estas prácticas pues solo un 27% (dato de principios de 2012) realiza compras online frente al 41% de estados unidos (dato de 2011).
Lo curioso de todo esto es que las empresas han vuelto a descuidar una situación que se veía venir. Es cierto que los portales online juegan con ventaja, pero tampoco hemos visto grandes intentos por parte de las tiendas para competir cuando aún estaban a tiempo.
Y es que esto era previsible. No había que ser un guru visionario para darse cuenta de hacia donde estábamos yendo. Y por eso titulo el post como "el showrooming en 2010" porque hace ya 3 años dixons sacó un estupendo anuncio realizado por Saatchi & Saatchi London que hablaba de todo esto y que meritoriamente ganó algún que otro premio muy importante.