Publicado el 19/03/2013 por Adrián Ager
A todos nos gustan los descuentos. Pero nos gusta aún más cuando aquello que está rebajado nos interesa. Esta empresa con presencia en bandejas de entrada de todo el mundo sin duda ha hecho un gran negocio, hasta ahora. La tendencia al menos en mi círculo y considero que pronto en muchos otros es empezar a considerar Groupon dentro de la categoría spam.
¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
Esto se debe a una suma de decisiones que molestan al usuario como el envío de varias newsletters diarias y la falta de segmentación. Cuando Groupon despegaba y era novedad a todos nos quemaba la tarjeta a la hora de contratar un servicio con un descuento. De hecho nos sigue gustando, y si no pensad en cuando vamos al supermercado y compramos unas galletas que no necesitamos porque están al 50%.
Pero ahí elegimos nosotros, nos lo encontramos y nos sentimos libres. Nada que ver con el sentimiento de presión que la compañía americana nos crea cada día a las 8:30 aproximadamente. Además si al menos la presión deviniese en productos de los que somos fanáticos o que están acorde a nuestro presupuesto seguro que adquiriríamos mucho más. Groupon tiene un tesoro en su base de datos, un potencial de venta que ya quisieran muchas compañías. En definitiva tiene un canal de comunicación directa que por una mala estategia va camino de verse reducido cada día más y más
La solución
Por muy variadas que sean las newsletters cada usuario es un mundo y tiene necesidades diferentes. Mi recomendación para Groupon y por supuesto para cualquiera que tenga un negocio de comercio electrónico, es que apoye su negocio en la segmentación. Somos una sociedad que no paramos de recibir mensajses que no nos interesa. En el anterior post hablabamos del poder del medio online frente al convencional para segmentar. Una empresa en la que su negocio se encuentra en la red tiene que ser maestra en hacer esto porque es sumamente fácil.
A través del histórico de compras y algunas características sociodemográficas tenemos que ser capaces de ofrecer al consumidor lo que desea y está a su alcance. La capacidad de adquisición de los usuarios es cada vez más reducida y tenemos que dar en el clavo antes de que como en el caso de Groupon acabemos en la temida carpeta de Spam.