Publicado el 27/03/2013 por Carlos Estévez
Muchas de las penalizaciones SEO que sufren las webs son debidas a una mala utilización de los códigos de respuesta del servidor. Aunque parezca a priori complicado saber que código de respuesta se debe utilizar en cada caso, simplemente se trata de utilizar el sentido común, ya que todos están claramente definidos en la página oficial de la IANA.
Aún así, a continuación vamos a repasar los más utilizados.
Redirecciones:
La pregunta que debes hacerte para elegir entre 301 y 302 es: ¿quiero que el posicionamiento de la página antigua pase a la nueva? En ese caso tienes que utilizar la 301, que es la redirección permante y que indica, por tanto, que el contenido que se encontraba en la url antigua ahora está en la nueva. Si por el contrario la idea es redirgir a otra página de forma temporal, se debe utilizar la redirección 302. Hay que tener en cuenta que de cara a los buscadores no se transfiere posicionamiento o page rank a la nueva dirección.
Páginas de error:
Aquí partimos de la base de que una web “SEO Friendly” no debe presentar errores de ningún tipo, ya que estos dificultan que la web sea fácilmente rastreada por los bots de los motores de búsqueda y, por tanto, posiciona peor. Aún así, desde el punto de vista SEO, es ideal mostrar una página que devuelva un código 200 (ok) con un mensaje de “Contenido no encontrado” y distintas opciones para continuar la navegación.
Esto hace que Google y el resto de buscadores lo cataloguen como un error 404 soft y en el caso de que un contenido no se encuentre es más beneficioso para nuestro posicionamiento y para la usabilidad de la web que devolver un 404 por parte de nuestro servidor.
Esto es extensible para el resto de errores y en particular para los errores 500, que son los que aparecen cuando la web no está bien programada. Ahora bien, si nuestra web no está disponible porque se están realizando tareas de mantenimiento, el código de respuesta que debemos devolver es 503 (no disponible), junto con la cabecera “revisit-after” indicando el tiempo en que se prevé que la web estará de nuevo completamente operativa. La inclusión de esta cabecera es vital, ya que sin ella el código 503 se interpreta como 500, es decir, como un error de programación.
Lo que se persigue es que los motores de búsqueda tengan la información más clara y precisa posible sobre lo que ocurre en la web en cada momento y, para conseguirlo, es imprescindible que los códigos de respuesta sean los adecuados para cada caso.